viernes, 20 de abril de 2012

SANANDO NUESTRO NIÑO INTERIOR


Tenemos dos lados diferenciados en nuestra personalidad, el Niño y el Adulto. Cuando están bien conectados todo funciona bien, si no es así porque las experiencias, las heridas han hecho que se desconecten una de la otra, se crean conflictos, vacíos etc.
 

Inclusive podemos pensar que no podemos actuar como un niño, ya que estos son alborotadores, inquietos etc. Y así al igual que lo valoraron de niño, puede que lo valoremos nosotros ahora, sin justicia para ese niño que todos llevamos dentro.
Nuestro niño tiene unas emociones completas, intensas, de alegría, de felicidad, de tristeza.
Es nuestro hemisferio derecho, es el SENTIR, el VIVENCIAR, nuestro hemisferio izquierdo es el adulto, hace, PIENSA, ACTÚA.
Cuando de niños se vive abandono, maltrato, nos avergüenzan etc. El dolor es tan grande, tan insoportable que el ADULTO INTERIOR SE DESCONECTA del NIÑO INTERIOR para no sufrir. Así el niño interior se encuentra solo, aislado del mundo y en nuestro interior, puesto que no hay nadie que lo proteja.
Al crecer y desarrollarse.
Si el Niño Interior se siente criticado, descuidado por el Adulto Interior, y se proyecta así en los sentimientos de los demás; siente que los demás son controladores, critican o abandonan, sea o no cierto.
La Ira que siente el NIÑO INTERIOR el ADULTO INTERIOR “no amoroso con él, no la escucha, así que la Ira la sentimos hacia los demás, cuando somos adultos no es solo el rechazo hacia los demás si no también hacia nosotros mismos.
El perfeccionismo, el miedo y demás son síntomas de la DESCONEXIÓN ADULTO -NIÑO y como victima también puede hacerse adicto a sustancias o a cosas, porque que necesita amor protección, aprobación y se siente merecedor de ello, puede reaccionar con ira, con violencia o con silencio.
Sin embargo el niño amado, hace que este conectado a su ADULTO INTERIOR es sensible, alegre.
Lo que hace que la acumulación de las experiencias del niño, es que podamos SENTIR y cuando no podemos hacerlo no podemos usar la sabiduría. Y es difícil ser simpático, alegre, divertirse etc. Igual que todos los niños que son espontáneos, cantan, se abrazan etc.




El niño interior  

A veces nos invade una sensación de tristeza que no logramos controlar.

Percibimos que el instante mágico de aquel día pasó y que nada hicimos. Entonces la vida esconde su magia y su arte.

Tenemos que escuchar al niño que fuimos un día y que todavía existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de momentos mágicos. Podemos reprimir su llanto, pero no podemos acallar su voz. Ese niño que fuimos un día continúa presente.

Bienaventurados los pequeños, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Si no nacemos de nuevo, si no volvemos a mirar la vida con la inocencia y el entusiasmo de la infancia, no tiene sentido seguir viviendo.

Existen muchas maneras de suicidarse. Los que tratan de matar el cuerpo ofenden la ley de Dios. Los que tratan de matar el alma

también ofenden la ley de Dios, aunque su crimen sea menos visible a los ojos del hombre.

Prestemos atención a lo que nos dice el niño que tenemos guardado en el pecho. No nos avergoncemos por causa de él. No dejemos que sufra miedo, porque está solo y casi nunca se le escucha.

Permitamos que tome un poco las riendas de nuestra existencia. Ese niño sabe que un día es diferente a otro.

Hagamos que se vuelva a sentir amado. Hagamos que se sienta bien, aunque eso signifique obrar de una manera a la que no estamos acostumbrados, aunque parezca estupidez a los ojos de los demás.

Recuerden que la sabiduría de los hombres es locura ante Dios. Si escuchamos al niño que tenemos en el alma, nuestros ojos volverán a brillar.

Si no perdemos el contacto con ese niño, no perderemos el contacto con la vida...
Paulo Coelho




El trabajo con el niño interior
 


El trabajo con el Niño Interior es quizás uno de los más profundos y sanadores.

Según Louise Hay y muchos terapeutas, casi todas nuestras creencias y patrones de comportamiento, tanto negativos como positivos, los aceptamos cuando teníamos entre 3 y 5 años. A partir de entonces, nuestras experiencias se han basado en lo que aceptamos como verdad desde aquella época de nuestra vida.

Si hemos crecido en un hogar "disfuncional", donde nos criticaban constantemente, nos exigían perfección, donde existía falta de amor y de cariño, lo más seguro es que actualmente continuemos tratándonos del mismo modo, minando así nuestra autoestima y energía.

Imagínense a un niño pequeño que llega a su casa orgulloso del dibujo que ha realizado en la guardería y se lo enseña a sus padres. En el primer caso, los padres le felicitan y le dicen que es un niño muy listo, creativo, habilidoso, etc...

En el segundo caso, los padres le dicen que está fatal, que es torpe, que no sabe dibujar y que se sale de las líneas.

Obviamente, en una familia donde al niño se le aprecia, estimula a crecer, a aprender y se le da muestras de amor, el niño florecerá. Sin embargo a un niño que se le critica constantemente, se le retira el afecto si no lo hace todo bien, etc... el pobre niño se retrae y deja de intentar aprender, crecer, o se vuelve un perfeccionista, sufriendo constantemente porque nunca estará satisfecho con los resultados.

Ahora bien, lo que nos hicieron en el pasado no lo podemos controlar. Lo que sí podemos hacer es tomar nuestro poder aquí y ahora y dejar de tratar a nuestro niño como nos trataron a nosotros. Entonces no teníamos elección, ahora sí. El momento de poder es siempre el presente, y es muy triste y doloroso si continuamos criticándonos y maltratándonos. Así no hay forma de crecer, de amar, de ser los seres maravillosos que somos y DEJAR BRILLAR NUESTRA LUZ.

Volver a establecer una relación con nuestro niño desde el amor y la comprensión es la mejor forma de sanar nuestra dañada autoestima. Es la única manera de realizar cambios positivos en nuestra vida: establecer relaciones sanas, cuidar nuestro cuerpo, trabajar en algo que nos gusta, ser prósperos, amar incondicionalmente y llegar a sentirnos plenos y feliz. Cuando cambiamos desde el AMOR todo nos sale bien. 

Nuestro niño interior
Nuestro niño interior tal vez quiere despertar y volver a reír y a soñar como lo hacia en otros tiempos. Ese niño que de pronto jugaba, compartía, sonreía, y no sabia del dolor, de las heridas, que día a día gastaba toda su energía sin pensar en el futuro ya que no conocía esa palabra, ni podía imaginar a qué se refería cuando algún adulto la pronunciaba.

Ese niño que vive en ti, que vive en mi, que de pronto se quedó dormido porque sintió que no valía la pena estar despierto preso de cosas que desconoce como son las preocupaciones, los problemas laborales, la falta de dinero, las injusticias, el engaño, y todo aquello que te cansa y que también a él lo llenó de cansancio porque lo dejaste de lado, medio olvidado o totalmente o solo lo recordas cuando regresas con tus pensamientos a aquellos momentos en que consideras que fuiste feliz, muy feliz...

Tenemos que despertar a ese niño, necesita estar despierto y volver a reír, porque si él no ríe nosotros tampoco, si él no es feliz nosotros tampoco.

¡¡Vamos!! Es el momento de mirar hacia adentro, y verlo, está ahí esperando que aprendas a vivir este presente que se nos va tan rápido, está en vos esperando que vuelvas a soñar, que algún día grites de felicidad, que sienta que podes bailar al compás de tu música sin importarte si es tu música preferida. Perdón, amor, y otras tantas palabras endulzan los oídos de ese niño y lo alimentan con caricias en el alma.

No sos más joven ni sos un anciano por la edad cronológica que tengas, sos tan joven como el niño que vive en ti, pero si dejas que siga adormecido, si dejas que ese sueño sea eterno entonces sí podrás tener la vestimenta y el cuerpo de un adolescente pero tu espíritu estará envejecido.

Si hoy volves a reír por cualquier cosa que te sucede, si hoy llegas a casa y te perdes en algo que te alegra, si cuando vas por la calle te da risa el sombrero de alguien que pasa a tu lado, y si al salpicarte los pantalones con barro, te reís porque sentís que los lunares no te quedan bien: la mitad de la batalla está ganada... Lo despertaste y él espera que así seas todos los días, porque es el encargado de mostrarte la felicidad en las pequeñas cosas y eso forma parte del gran misterio de la vida.


Graciela De Filippis




ÓRGANOS DEL CUERPO Y SUS COMPONENTES PSICOLÓGICOS


Sigo compartiendo aprendizajes que he obtenido a lo largo de mi sendero y que me parecen de interés para todos.
EL HÍGADO:
Está a cargo de descomponer y de almacenar y reconstruir la materia. Si la vida de una persona se desmorona, y no puede llevar a cabo la tarea de reconstruir, entonces uno almacena sensaciones de hallarse sobrecargado, sobre-exigido, lo cual puede crear bronca, odio y resentimiento. Mucha gente de hecho están sobrecargadas por las circunstancias de sus vidas, pero el umbral difiere ampliamente y por supuesto muchas personas tienen distintas neurosis cuando se sienten sobrecargadas.
LOS PULMONES:
Tienen dos funciones: inspiran la vida y expresan ideas a través del habla. Si tiene problemas con los pulmones, la expresión de uno está siendo sofocada, no se pueden expresar libremente, en algún área de su vida.
         Cuando una palabra subyuga a un niño, el niño puede convertirse ya sea en una persona muy ruidosa y que siempre presiona a los demás  para que justamente lo escuchen, lo cual es una sobre-estimulación de los pulmones, o nos rendimos, porque nos hallamos oprimidos y cerramos nuestra comunicación, y entonces tenemos los pulmones débiles.
         Generalmente si ustedes tienen problemas con los pulmones, es porque tienen que hacerse oír, y aprender nuevas formas de comunicación. Y con respecto a sentirse oprimidos, recuerden que hay cierta gente que se siente oprimida en un segundo, uno se les acerca y ya se sienten oprimidos, eso es lo que quiero significar. Ellos están tan llenos sin poder desagotar, por eso toda la reducción del stress es una ayuda tan grande.
         La meditación reduce al stress y si aprenden a hacerlo adecuadamente es muy útil, pero si lo hacen solamente un rato corto esto no consigue el efecto deseado.     
EL ESTOMAGO:
Es la asimilación de las experiencias de nuestros ideales, y si sienten que es demasiado lo que pasa, uno no puede asimilar las cosas adecuadamente, entonces el estómago se puede descomponer, y el resultado de una preocupación crea una rajadura entre la mente y las emociones.
         Recuerden nuevamente que si sienten que es demasiado lo que pasa, y para mucha gente es cierto, los que tienen muchos temas simultáneos, todo está sucediendo demasiado y todo el tiempo, siendo ellos mismos los que están creando todo eso, ya que son patrones de conducta, entonces hay que mirar.
EL PÁNCREAS:
Tiene que ver con el azúcar y con la dulzura de la vida, pudiendo el mismo ser dañado por la amargura, en especial una mamá muy amargada, y hay mucha gente sufriendo este problema.
LOS RIÑONES:
Involucran emociones y son el canal procesador de agua más importantes, ya que es ahí donde se almacena los temores resultantes de traumas, los cuales dañan a la vitalidad de la persona, bloquea su motivación y su entusiasmo.  Cuando el temor se almacena en los riñones, el individuo se hallará incapacitado de manejar situaciones emocionales futuras.
EL BAZO:
Retiene los fracasos, los deseos de muerte, apatía, y si una persona enfrenta más dificultades de las que puede soportar, uno se puede dar por vencido, uno puede creer que realmente fracasó, y pierde su voluntad para vivir, y su deseo de vivir. Se presentan problemas de circulación y digestión, pereza, porque los sentimientos se mueren, y uno tiene a intelectualizar todo, y uno siente este tipo de apatía y tiernamente lo soportamos, y como que la alimentamos. Es un problema del bazo.
LAS GÓNADAS:
Ellos almacenan lo inconsciente, cuando uno abandona su habilidad de manejarse uno mismo, por medio de drogas, alcohol, lastimaduras, accidentes, cuando uno pierde su propio empoderamiento, energías externas a nosotros pueden posesionarse de nosotros y poseernos.
         Algunas personas que han abandonado su propio gobierno en algún área de su vida, ya que a la naturaleza no le gusta el vacío y hay también agujeros en el aura, así que generalmente tienen posesiones pegadas a ellas.
EL CORAZÓN:
Tiene que ver con el amor , y el daño ocasionado al corazón siempre es por la pérdida, cuando uno resquebraja la confianza de una persona en uno, y eso nos conduce al temor, más pérdidas y también a la posesividad, a los celos, egoísmo, todo eso es el daño y el corazón está roto.
LA VESÍCULA BILIAR:
 Es el precursor a tener problemas cardíacos, y resulta dañado por el temor a la pérdida, y todas las tensiones resultantes de una falta de confianza en la vida.
         Es ansiedad con respecto al futuro y acá hay que mirar el tema de la concepción, si los padres no son positivos cuando ustedes fueron concebidos, si el alma pasó por un momento de trauma y no fueron bienvenidos a la nueva encarnación y hay una gran desilusión del alma acerca de la forma en la que los padres se ocuparán del niño, entones hay problemas en la vesícula biliar.
LOS PECHOS:
            Representan el aspecto nutriente de lo femenino, como así también a la sexualidad y almacenan los sentimientos de la mujer con respecto a su sexualidad y de cómo los hombres la ven.
         De forma que si hay un trauma sexual, represión, resentimientos respecto a las expectativas de su rol, entonces puede suceder un daño.
LAS PIERNAS:
            Nos llevan hacia delante, nos sostienen, los problemas se presentan cuando la persona no ha tenido el coraje de dar un paso nuevo. Muchas veces es porque aquellas personas no han tenido el apoyo que él o ella creyó necesitar, y entonces comienza a tener problemas con sus piernas.
LAS MANOS:
Corresponden al dar y recibir, y el problema se desarrolla cuando una persona no se siente igual a otras, y no pueden encontrar el balance justo entre el dar y el recibir. Eso tiene que ver con si usa su fuerza de voluntad o la cede.
Este desequilibrio se produce por un ego superdesarrollado o una falta de autoestima.
EL CUELLO:
            Es la parte flexible de la columna dorsal, es el balance de su voluntad con flexibilidad. Un cuello duro es una actitud rígida, la tensión se siente en el cuello cuando la propia rigidez le hace mantener a uno conceptos rígidos y esos son desafiados.
EL PELO:
            Es gobernado por el hígado de modo que la pérdida de cabello se produce por aferrarse rígidamente a la bronca o enojo. Cuando alguien impone su voluntad sobre otros para probar simplemente su punto de vista, uno sigue trayendo a la vista resentimientos pasados, o sea recordándolos. Y son cabezaduras. Pueden tener problemas con el pelo.
LAS CADERAS:
            Son los puntos de equilibrio, son energía creativa asociada con la crianza de los niños.
         Es nuestra habilidad de pararnos y valernos por nosotros mismos, y la flexibilidad en las caderas, está relacionada con su sentimiento de libertad personal, y acá miramos a los adolescentes, en los cuales se producen temas acerca de su primer sentimiento de separación de los padres, de las expectativas, de sus direcciones, tenemos una entidad sexual.
         Si uno se rinde al control de los padres, como adolescentes, en vez de encontrar nuestra propia dirección, entonces las caderas no se desarrollan adecuadamente. De modo que el deterioro de las caderas realmente surge de una culpabilidad sexual, de modo que si sentimos culpa y resentimiento, porque hemos permitido que otros tomen decisiones por nuestra cuenta, y no hemos expresado nuestro poder, también tenemos deterioro en las caderas.
LAS TIROIDES:
         Es donde almacenamos enojo, es el deseo de poder, de actitudes rígidas, cuando las tiroides no funcionan bien. Hay una calcificación anormal en los huesos, y que puede también desarrollar una artritis y de vuelta el cuerpo rígido proviene de una mente rígida.
EL TIMO:
         Almacena temor y gobierna nuestro sistema inmunológico
de forma que el miedo hace que una persona retroceda y se achique y se puede perder la integridad en una situación, y cuando esto sucede el cuerpo permite la entrada de virus.
         Cuando uno tiene un virus, hay que mirar por dónde surgió el temor en su vida, dónde uno se achicó frente a una situación, tiene que volver a esa situación e imaginarla en forma diferente y cambiarla y ello ayuda a combatir el virus.
LAS GLÁNDULAS SUPRARRENALES:
            Almacenan pena y nos lleva al complejo de víctimas, ¿peleo o me escapo? Siempre creen que hay algo ahí afuera que se va a apoderar de ellos, y los está persiguiendo.
         Cuando no están dispuestos a soportar amorosamente una experiencia emocional dolorosa, esa persona reacciona como si el mundo fuera responsable por su experiencia dolorosa, y se olvida de que cada persona es responsable de su propia creación, de su vida.
LA GLÁNDULA PITUITARIA:
            Almacena pena reprimida, porque al experimen- tar pena o dolor, puede ser una puerta o un portón hacia una conciencia superior, después de que los juzgamientos de las glándulas inferiores son transmutadas.
         Soportando amorosamente el dolor, justamente esto permite que nosotros experimentemos la dualidad y reconciliar, y esto justo libera toda la parte del juzgamiento y ayuda a la glándula pituitaria.
         La dualidad representa lo correcto e incorrecto, lo bueno y lo malo, lo positivo o lo negativo, a todo nivel.
LA GLÁNDULA PINEAL:
         Necesita luz natural, de día, necesita entusiasmo y si no hay suficiente entusiasmo en su vida, la glándula pineal no funciona adecuadamente, así que tienen que salir a la naturaleza, porque la naturaleza a fin de hallar algo de luz natural, y eso realmente va a ayudar.
LA COLUMNA VERTEBRAL:
                        La columna vertebral representa su voluntad, la fuerza de voluntad, es como que cuando uno no mantiene su propia visión, al enfrentarse con la presión que viene de afuera, uno puede llegar a tener ESCORIOSIS, la distorsión de la columna, la que se tuerce porque su fuerza de voluntad se doblega.
         Cuando uno utiliza la columna vertebral para hacer trabajo espiritual, nuestra fuerza de voluntad está alineada con la voluntad divina, y algunas personas lo llaman co-creación, pero realmente se trata de la columna vertebral que se abre a la Kundalini, lo cual es simplemente la parte femenina que se halla en la columna y a medida que nosotros nos damos cuenta de ello, ella también se va dando cuenta.
LOS ÓRGANOS SEXUALES:
                                      Son reproducción, esto por supuesto es su habilidad de expresarse sexualmente. Puede haber una inhabilidad de recibir la parte femenina si los padres desearon un chico del sexo opuesto, puede ser que uno se enfrenta a la propia moralidad y está realizando un auto-castigo.
LA ESPALDA:
            Es lo que uno deja detrás suyo, lo que se quiere olvidar, lo que está en el fondo de nuestra mente, la parte baja de la espalda es el apoyo, y el dolor en esta parte es cuando una persona resiente al no tener el apoyo que él o ella cree que necesita, a fin de lograr algo.
LA VEJIGA:
            Libera agua, es la expresión de manifestar exteriormente su emoción. Si la vejiga es débil, la persona siente dificultades en expresar sus sentimientos.
LA CONSTIPACIÓN:
         Es siempre una cuestión de control. Si uno controla a otra gente y no controla su propia vida, uno es constipado y esto es una advertencia. Tienen que dejar ir, liberar todo este control.
EL INTESTINO DELGADO:
         Es la etapa final de la digestión, es el comienzo de la absorción, provee la base para la construcción y el crecimiento, construye su personalidad, su carácter, su fuerza de voluntad, su confianza, pero más importante que todo es que refleja los estados más importantes de nuestra vida.
         De modo que puede que realmente no funcionemos cuando una persona sufrió una gran vergüenza.  Esa vergüenza sufrida en la primera infancia. Son muy conscientes, muy cercanas las personas, piensan que no se están acordando o pensando en ello, pero se acuerdan del colegio, la primera vez que menstruaron, los niños con quienes jugaron, algún pariente que les hizo sentir vergüenza.
EL INTESTINO GRUESO:
           Tiene que ver con la materia sólida y esto nos muestra si somos capaces de lidiar bien con todos los temas materiales.
            El Intestino Grueso tiene que ver totalmente con dejar ir y soltar todas las cosas que no nos sirven, y la incapacidad de dejar ir puede ser el resultado de un miedo a la pérdida. ¿Qué es lo que se pierde si se deja ir? Tienen que fijarse de vuelta en el momento de la concepción, qué es lo que formó la actitud de la personalidad de esa persona.
         Así que si un niño o es realmente deseado en el momento de su concepción, su genio se halla limitado y esto resulta en una falta de confianza en si mismo. Su habilidad de producir ideas nuevas y llevar a cabo las cosas desde su genio creativo, depende del grado con el que fueron bienvenidos en el momento de su concepción.
Lo que muchas veces sucede durante el embarazo, si es una madre que se ocupa de su alma y de sus necesidades individuales, la criatura aprenderá esto durante el embarazo, y eso queda impreso en su vida. Si la madre deja ir su control frente al sistema médico, y pierde la confianza en su propio cuerpo otorgándole el poder a los doctores, el bebé nacerá en un ambiente clínico muy seguro, pero no respetará sus necesidades emocionales, psíquicas o espirituales. El niño no aprende a confiar en la sabiduría, en la inteligencia y en la nutrición y aprenderá en la vida a otorgar el poder a la autoridad, y será muy corto de vista.
En el momento de dar a luz una mujer necesita el apoyo de un hombre, ella se halla en un momento vulnerable, y el niño en ese momento de nacer necesita a ambos padres para la fuerza. El niño necesita de la mamá para empujar y atravesar para salir al mundo, así que si el bebé no siente el apoyo de su mamá, ese niño no sabe en quién confiar, y se torna inseguro y confuso. El niño no puede discriminar quién lo apoya y quién lo daña, el nacimiento es doloroso y bello, y su aceptación es de importancia.
Material de un Taller con un Chamán Americano

EL CUERPO HABLA


Me encantó esta frase "La Enfermedad no es mala, te avisa que te estás equivocando de camino".
el Dr. John Sarno coincide con el de esta interesante reflexión del Dr. Torres experto
en Psico-neuro-inmunolinguistica PNIL de Venezuela.
El Dr Sarno dice: LA PENA QUE NO SALE EN LAGRIMAS HACE LLORAR OTROS ORGANOS
El Dr. Torres dice: EL CUERPO GRITA ... LO QUE LA BOCA CALLA
“La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma". -Bach.
Algunas veces... el resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata cuando no perdonas y/o te cansas de "vivir".
¿Y tus dolores callados? ¿Cómo hablan en tu cuerpo?
La Enfermedad no es mala, te avisa que te estás equivocando de camino.
Me parece bueno compartir este mensaje:
El camino a la felicidad no es recto, existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES,
existen semáforos llamados AMIGOS,
luces de precaución llamadas FAMILIA y
te ayudara en este camino el tener:
Una llanta de repuesto llamada DECISION,
un potente motor llamado AMOR,
un buen seguro llamado FE,
abundante combustible llamado PACIENCIA,
Pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS.
 
-- LA FELICIDAD NO CONSISTE EN OBTENER LO QUE SE QUIERE, CONSISTE EN AMAR LO QUE SE TIENE
 

viernes, 13 de abril de 2012

LA PARADOJA


LA PARADOJA:
Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo
En el presente trabajo desarrollaré el libro: "La paradoja. Un relato sobre la verdadera esencia del liderazgo", de James . Hunter.
La  parte es un resumen del  capítulo por capítulo. La  parte es un análisis personal y bibliográfico de los temas más sobresalientes del mismo.
El siguiente no es el desarrollo de un proyecto de inversión, ni de las estrategias de una simulación de decisiones , sino de cómo llevar a cabo todas esas planificaciones y decisiones. Trata de cómo lograr que la  realice las  que nosotros como administradores proponemos. Una forma de lograrlo es mediante el liderazgo.
Intelectualmente podemos crear proyectos, para luego llevarlos a cabo o practicarlos en una simulación, pero en la realidad también vamos a necesitar desarrollar nuestra parte emocional, para que nos permita vincular la visión con la acción, ya que como somos parte de organizaciones, trabajamos con otras personas con las que tenemos que relacionarnos. Y el liderazgo, como parte del proceso de Dirección Superior, nos puede ayudar a obtener la participación de la gente en esa vinculación.
PRIMERA PARTE:
Resumen
Introducción
El libro La Paradoja cuenta la historia de John, un hombre que parecía tener una vida muy exitosa, pero cada vez estaba sintiendo más presión de todas las organizaciones de las cuales formaba parte porque no estaba satisfaciendo adecuadamente las necesidades que sus integrantes tenían. Ya no estaba disfrutando de la vida y la  con sus allegados era cada vez peor. El destino pareció llevar a John a que intentara buscar una luz a sus problemas en un pequeño monasterio cristiano, donde conocería al hermano Simeón, quien le enseña una forma diferente de encarar su relación con los demás, lo cual puede cambiar para siempre su vida. Siete son los días en el monasterio, siete son los capítulos del libro que describen didácticamente las enseñanzas impartidas por Simeón acerca del liderazgo.
CAPÍTULO 1: Las Definiciones
Simeón, cuyo verdadero nombre era Leonard Hoffman (antes de entrar al monasterio), había estado en la guerra y al terminar ésta, había sido un exitoso líder empresario. El nombre "Simeón" coincidía con el nombre que venía persiguiendo a John desde su nacimiento, ya que en su bautismo, confirmación, y en su matrimonio lo había escuchado en los versículos que le leían los pastores, y hasta en sus sueños alguien le decía "¡Encuentra a Simeón, encuentra a Simeón y escúchale!".
El primer día de clases que daba el hermano Simeón comienza con la presentación de los demás compañeros de John, seis personas de muy distintas profesiones. El único denominador común era que cada uno de ellos tenía un puesto de liderazgo en sus respectivas organizaciones. Todos comparten durante esa semana sus conocimientos, experiencias, opiniones e inquietudes acerca de los principios de liderazgo que impartía Simeón.
¿Y por qué todos ellos eran líderes? Porque una de las lecciones que Simeón da es que, siempre que dos o más personas se reúnan con un propósito, hay una oportunidad de liderazgo. Allí nace nuestra elección de si queremos ser líderes o liderados, y de cómo queremos hacerlo. En caso de que decidamos tomar el rol de líder, debemos hacerlo con responsabilidad y conciencia de que esa gente está a nuestro cargo y debemos cuidarla y ‘servirla’.
¿Pero qué es el liderazgo?
Es el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.
Para poder entender profundamente esta definición, voy a explicar a qué se refieren las palabras más importantes. Un arte es una destreza adquirida, con lo que Simeón quiere destacar que un líder no nace, sino que se hace, y éste puede aprender los comportamientos y habilidades apropiadas para ponerlas en práctica y cumplir sus fines. Todos pueden ser líderes en sus vidas si realmente lo desean y practican los principios básicos que se exponen en este libro. Sólo requiere mucho esfuerzo de la persona para poder modificar o mejorar los comportamientos innatos.
La segunda palabra importante en esta definición es influir, que significa conseguir que alguien haga nuestra voluntad a través de la autoridad, no del poder. Porque el poder es la capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga nuestra voluntad debido a nuestra posición o fuerza, mientras que la autoridad es el arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que uno quiere debido a se influencia personal. Entonces cabe preguntarse por qué el liderazgo y la autoridad son "artes". Porque el arte es una destreza que se puede adquirir y que tienen que ver con lo que uno es como persona y lo que uno siembra en la gente. Uno no elige libremente acatar el poder, porque hay una amenaza, pero sí elige más libremente seguir la autoridad. El poder desgasta las relaciones al crear esta tensión. En cambio la autoridad se crea con las relaciones.
El monje también diferencia la gestión del liderazgo, ya que aclara que "se gestionan las cosas (como el inventario, los recursos), se lidera la gente".
El objetivo del líder es buscar cómo influir en las personas. Podrá influir cuando practique en mayor medida ciertos comportamientos, como por ejemplo, los que más se observan en los líderes:
  • Ser Honrado, digno de confianza
  • Ser el ejemplo
  • Estar pendiente de los demás
  • Estar Comprometido
  • Estar atento
  • Exigir responsabilidad a la gente
  • Tratar a la gente con respeto
  • Animar a la gente
  • Tener actitud positiva, entusiasta
  • Apreciar a la gente
Todos ellos se practican normalmente en mayor o menor medida, es decir, todos nos comportamos así algunas veces, pero un líder nunca los debe olvidar si quiere conseguir que la gente haga una serie de cosas.
Finalmente siempre nos encontramos con dos dinámicas: tarea y relación humana. La clave del liderazgo es llevar a cabo las tareas asignadas fomentando las relaciones humanas, construyendo relaciones que funcionen con todos los integrantes de las distintas organizaciones. Y vamos a lograrlo si somos capaces de satisfacer las necesidades legítimas de "nuestros clientes", y si somos dignos de confianza de esas personas. Y esta última llega cuando uno se la merece, Si se compra, con el tiempo se pierde.
CAPÍTULO 2: El paradigma antiguo
En el segundo día el tema principal fue el cambio de paradigmas. Los paradigmas son patrones psicológicos que nos orientan en la vida. Son muy útiles si hacemos uso apropiado de ellos, pero también pueden, si estos son antiguos u obsoletos, paralizarnos mientras el mundo avanza. Al filtrar la información nueva, nos impiden ver lo que no encaja con nuestros modelos. Por lo tanto, es importante que reconsideremos continuamente nuestras creencias y paradigmas para poder adaptarnos a las condiciones cambiantes del medio. Allí es donde surge el problema, porque a la gente le cuesta mucho cambiar.
Uno de los actuales paradigmas en el mundo empresarial es el del modelo piramidal, en el cual arriba de todo, en la punta de la pirámide, está el presidente, y las personas de los puestos inferiores miran desde abajo hacia la casilla de arriba, a su jefe, y no hacia el cliente, que está todavía más abajo, más cercano a los empleados de primera línea que nadie en la organización. Todos se esfuerzan en satisfacer al jefe más que al cliente.
El nuevo paradigma consistiría en invertir la pirámide, para que el cliente esté en lo más alto. Donde los empleados de primera línea estén en el escalón inmediato inferior, dándole servicio y satisfaciendo las necesidades de los clientes. A su vez, los superiores, que estarían paradójicamente más abajo en la pirámide, considerarían a sus empleados como clientes, por lo cual también los servirían satisfaciendo sus necesidades.
Nuevo Paradigma
De esta forma cambiaría la mentalidad de toda la organización en la cual el papel del liderazgo sería servir. Nuevamente esta palabra. Entonces, ¿qué significa servir en el caso del líder? Significa identificar y satisfacer las necesidades legítimas de su gente y quitar todo obstáculo para que también ellos puedan servir. Esta es la gran paradoja: "si quieres mandar tienes que servir". Lo que no implica hacer todo lo que la gente desea, sino estar pendiente de lo que realmente necesita para llegar a dar lo mejor de sí y hacer lo mejor posible, considerando siempre por supuesto los límites y las responsabilidades de las respectivas ocupaciones.
¿Y cuáles son esas necesidades? Según la pirámide de Maslow, hay distintos niveles. El nivel más bajo tiene que estar satisfecho antes de que las necesidades del siguiente se vuelvan motivadoras. La jerarquía es, de abajo para arriba: Alimento, agua, abrigo; seguridad y protección; amor e identificación; autoestima; realización personal. La punta de la pirámide la ocupa entonces la realización personal, que consiste en llegar a lo mejor que uno es capaz de ser. Y esto es a lo que apunta el liderazgo: empujar y animar a la gente a dar lo mejor de sí, ayudando a satisfacer primero las necesidades de los escalones inferiores.
La pregunta que podríamos hacernos ahora es, ¿cómo saber qué necesitan? Para poder contestarse esta pregunta, escuchar es una de las capacidades más importantes que un líder puede decidir desarrollar. Si la gente se siente escuchada, puede aprender a decir explícitamente sus necesidades para que éstas puedan ser satisfechas.
CAPÍTULO 3: El modelo
En el tercer día Simeón explica el modelo de liderazgo, y se describen líderes conocidos mundialmente que lo hayan utilizado. Según el monje, el mayor líder de todos los tiempos ha sido Jesucristo. Según la definición que se dio en el primer capítulo, el liderazgo es el arte de influir. El cristianismo es la religión más grande del mundo en cuanto a la cantidad de creyentes, por lo que se podría decir que Jesucristo es una persona que ha influido en la vida de millones de personas, y todo esto sin utilizar ningún tipo de poder, sólo una gran influencia llamada autoridad. Él había dicho que para ser el primero, sencillamente había que tener voluntad de servicio. El liderazgo que perdura en el tiempo esta fundado en influencia o autoridad, y la autoridad siempre se funda en el sacrificio por aquellos a los que servimos. Gandhi también dijo a sus seguidores que tendrían que sacrificarse en el servicio a la causa de la libertad, para llamar la atención y poder empezar a tener influencia en la opinión pública. Y Martin Luther King fue a la India para estudiar el método de Gandhi y utilizarlo para su movimiento. La madre Teresa de Calcuta y hasta las madres que hacen todo por sus hijos son también ejemplos de liderazgo de servicio.
Pensando en las razones que tienen estos líderes para servir y sacrificarse, el fundamento común a todos es el ‘amar’. El amar como un verbo que describe comportamientos, los cuales se fundan en la voluntad de la persona. El ‘amor’ se demuestra con acciones.
El modelo de liderazgo de servicio entonces consiste en una pirámide invertida, que se apoya en el vértice donde se encuentra la voluntad, porque el liderazgo requiere esfuerzo.
MODELO DE LIDERAZGO
En conclusión, el liderazgo empieza con la voluntad adecuada, con la cual podemos elegir amar. Amar tiene que ver con identificar y satisfacer las necesidades legítimas de los liderados. De esta forma estamos sirviendo e incluso sacrificándonos por ellos, forjando nuestra autoridad o influencia y ganándonos así el papel de líderes.
CAPÍTULO 4: El verbo
En el cuarto día se desarrolla en la clase de liderazgo el verbo amar. En el capítulo anterior vimos su papel en el modelo de liderazgo. Ahora veremos más detenidamente a qué se refiere Simeón cuando habla de amor.
En principio, se refiere al mismo significado de amor que utiliza Jesús en el Nuevo Testamento. La palabra que aparece en este documento es ágape, el amor del comportamiento y la elección, no el amor de la emoción. Esto significa que no nos referimos a amor como a un sustantivo que describe sentimientos o emociones positivas, sino a un verbo que describe un comportamiento. Como había dicho en el capítulo anterior, el amor no sólo se basa en sentimientos, sino también en la voluntad de demostrar estos últimos con acciones.
A eso se refiere Jesús con la frase "ama a tu prójimo como a ti mismo". No implica ‘querer mucho’ a todos, como si significaran lo mismo para nosotros un vecino, un desconocido o nuestra pareja. Lo que implica es comportarnos bien hacia ellos, con respeto, paciencia y afabilidad, más allá de cómo se comporten ellos hacia nosotros. Uno no siempre puede controlar sus sentimientos, no podemos evitar que alguien nos guste o que no nos guste, pero sí se puede controlar nuestro comportamiento hacia esa persona.
Según la definición de amor como ágape del Nuevo Testamento, el amor es: paciencia, afabilidad, humildad, respeto, generosidad, indulgencia, honradez y compromiso. Todas estas características hacen también a la definición del liderazgo, por lo que se puede decir que amor como ágape es sinónimo de liderazgo. En la clase definen cada una de estas características:
  • Paciencia: mostrar dominio de uno mismo.
Uno debe dar el ejemplo de la compostura y del dominio de sus propios comportamientos. Si queremos que nos den tiempo para aprender, nosotros también debemos respetar el tiempo de los otros, sean empleados, hijos, amigos, etc.
  • Afabilidad: prestar atención, apreciar, animar.
Es muy importante prestar atención a la gente. El efecto Hawthorne demuestra que la gente, más que mejores condiciones de trabajo, busca que estén pendientes de ellos. Y la mejor forma de prestar atención es la escucha activa, que consiste en tratar de ver las cosas como las ve el que habla, y no perderse en los propios pensamientos hasta tanto no hayamos escuchado atentamente todo lo que tenían para decirnos. Prestar atención a la gente es un acto de amor primordial.
  • Humildad: ser auténtico y sin pretensiones ni arrogancia.
Consiste en conocerse verdaderamente a uno mismo, y reconocer las propias limitaciones.
  • Respeto: Tratar a los demás como si fueran gente importante.
De hecho la gente es importante, cada uno tiene su función. Los vendedores no son menos importantes que los jefes, ya que son ellos quienes están más cerca del cliente y son quienes colocan los productos. Sin ellos, gran parte de la producción sería inútil. El todo está compuesto por la suma de las partes.
  • Generosidad: Satisfacer las necesidades de los demás.
La generosidad, al contrario del egoísmo, se basa en satisfacer las necesidades de los demás, en algunos casos hasta sacrificando o posponiendo las propias si el fin lo requiere.
  • Indulgencia: No guardar rencor cuando uno es perjudicado.
Consiste en ser abierto y franco con los demás, respetuosamente. No significa que nada pueda molestarnos, o que debemos aparentar que todo está bien, sino que hay que enfrentar las situaciones, y hacerlo de forma positiva, para que produzcan resultados mejores para todos y no se guarden rencores. Al hablar y compartir sentimientos se alivian las tensiones.
  • Honradez: estar libre de engaños.
Significa que uno debe dar la mayor cantidad de información posible, decir siempre la verdad, no esconder lo malo ni tampoco exagerar lo bueno.
  • Compromiso: atenerte a tus elecciones.
Implica soportar los resultados ya sean positivos o negativos. Generalmente la gente está dispuesta a implicarse, no a comprometerse. El líder comprometido procura un desarrollo personal integral y una mejora continua, lo cual requiere un compromiso de hacer ese esfuerzo continuamente, para llegar ser el mejor líder que sea capaz de ser.
Amor, compromiso y liderazgo implican esforzarse al máximo por los demás. El resultado es servicio y sacrificio: dejar a un lado tus propios deseos y necesidades y buscar lo mejor para los demás. Una vez que forjamos esta autoridad con la gente, es cuando merecemos llamarnos líderes.
CAPÍTULO 5: El entorno
En la quinta clase el tema principal es la importancia de crear un ambiente sano en el que la gente pueda crecer y prosperar. El maestro utiliza la metáfora del jardín para describir como funciona el entorno. Al cuidar la tierra, regarla, fertilizar, plantar las semillas no somos realmente la causa del crecimiento del jardín, pero sí ayudamos a que crezca y se desarrolle probablemente mejor de lo que lo haría si no estuviéramos. Nosotros no podemos hacer que las plantas crezcan, aunque las plantemos, pero podemos poner las condiciones adecuadas para que esto ocurra. Lo mismo ocurre en el ambiente de trabajo.
Es aplicable a este ejemplo la Ley de la Cosecha cosecharás tu siembra. Además el fruto crecerá sólo cuando esté a punto, no podemos saber cuándo. En las relaciones con las personas también vamos sembrando opiniones, sentimientos. Como dice la enfermera, unos de los alumnos de Simeón, que alude al libro de Stephen Covey: "a medida que la relación va desarrollándose, vamos haciendo una serie de movimientos en nuestras imaginarias cuentas bancarias de relaciones". Nuestros comportamientos provocan ingresos o egresos automáticos en la cuenta.
Para cambiar el entorno, lo primero es empezar cambiando uno mismo. Que la gente cambie depende de una elección que no está en nuestras manos. Pero es deber del líder crear el ambiente necesario para propiciar la proactividad de la gente para producir el cambio y crecer, como individuos y como partes de una organización.
CAPÍTULO 6: La elección
En este capítulo se destaca la diferencia entre pensar y actuar en consecuencia. Una cita de John Ruskin al principio del capítulo lo resume: "Lo que creamos o lo que pensemos, al final, no tiene mayor importancia: lo único que realmente importa es lo que hacemos".
Muchas veces pensamos algo y lo demostramos con actos, pero no siempre es así. Nuestros pensamientos y sentimientos influyen mucho sobre nuestro comportamiento, y viceversa. También podemos cambiar nuestro sentimiento o pensamiento hacia algo o alguien dependiendo de cómo nos comportemos con ello. Los sociólogos llaman ‘praxis’ al hecho de que los comportamientos positivos acaben generando sentimientos positivos. Y también ocurre en sentido contrario, es decir, si tratamos mal a alguien con frecuencia, esa persona va a gustarnos cada vez menos. Por lo tanto, es posible que si queremos tener sentimientos positivos hacia una persona o cosa, aunque no nos guste, podemos lograrlo.
Como dijo el monje anteriormente, el liderazgo empieza por una elección de querer tener las habilidades del líder y continúa si asumimos la responsabilidad de esa elección. Esto implica no excusarse con el determinismo de Freud para justificar nuestra irresponsabilidad. Dice Simeón: "el determinismo significa que para cada suceso, físico o mental, existe una causa". Es decir que, según esta teoría freudiana, podemos decir que no somos buenos líderes porque nuestros genes no nos crearon así.
Pero según la teoría de la elección, sí podemos decidir ser líderes o no. Cada uno se determina a sí mismo, y decide cómo desarrollar su potencialidad. Todos estamos sometidos a diferentes estímulos, buenos y malos que no podemos evitar, pero lo que podemos hacer (y tenemos) es elegir como responder a ellos.
Podemos disciplinarnos para hacer algo que nos parece antinatural, hasta que se convierta en algo natural y habitual, como una costumbre.
Durante el aprendizaje hay cuatro etapas:
  1. Somos inconscientes e inexpertos: no estamos interesados en aprender la destreza y no sabemos hacerla.
  2. Consciente e inexperto: ya conocemos algo de la destreza pero aún no la hemos desarrollado completamente.
  3. Consciente y experimentado: ya adquirimos la destreza y la disfrutamos.
  4. Inconsciente y experto: Hemos conseguido que el comportamiento nos resulte natural, y ya no tenemos que pensar en cómo hacerlo.
Cuando el líder llega a esta cuarta etapa, ya no necesita premeditar sus comportamientos, sino que le salen naturalmente. El líder adquirió las habilidades necesarias y las ha incorporado como si hubieran sido parte de su personalidad desde el principio. Así lo resumió el autor en la siguiente cita: "las ideas se convierten en actos, los actos en nuestro carácter, y nuestro carácter en nuestro destino".
CAPÍTULO 7: Los resultados
Todos estos días de clase producirán resultados distintos en cada uno de los participantes y en los lectores. Simeón recuerda el principio de la percepción selectiva, por el cual cada persona ve y encuentra lo que está buscando. También está ello relacionado con los paradigmas que tengan, en este caso, con respecto a la felicidad, el esfuerzo, el amor, el liderazgo… Las mejores recompensas requieren, para ser logradas, dedicación, disciplina y esfuerzo. De cada uno depende cómo asumir el compromiso de las elecciones.
Según Simeón, el papel del líder es que su vida signifique realmente algo en la vida de los otros. Cuanto más sepa influenciar, más seguidores tendrá, aumentará su autoridad, sus ideas serán cada vez aún más apoyadas y así significará algo para más cantidad de personas. Si eso es lo que buscamos al querer ser líderes, al dar lo mejor de nosotros y crecer, obtendremos también más recompensas. Una de ellas es la recompensa del gozo. El gozo tiene que ver con la satisfacción interior y con la convicción de estar siguiendo los principios correctos de la vida. El monje predica que servir a los otros elimina el egoísmo que nos impide gozar de la vida. Y el egoísmo permanece mientras uno no haya crecido emocionalmente. Dice también el profesor que el gozo de Jesús era que sus discípulos aprendieran a amarse los unos a los otros tanto como Él los había amado a ellos. El amar y buscar satisfacer las necesidades legítimas de los otros nos obliga a no ser egocéntricos y así nos permite crecer.
El objetivo del profesor es que los aportes e ideas suyas y de los seis participantes, produzcan resultados que mejoren la vida de todos ellos y de los que los rodean. Un proverbio chino reza "Un viaje de tres mil leguas empieza con un solo paso". Si los participantes buscaban un cambio, el primer paso está dado. Es su elección cómo continuar el camino.
SEGUNDA PARTE:
Análisis
El objetivo de este libro es mostrar un ideal de liderazgo a través de un ejemplo viviente. Una persona que representa las características más sobresalientes que enseña, y que a su vez da lugar a opiniones adversas.
Es decir, uno generalmente cuando lee un libro, ve sólo el punto de vista el autor, no hay oposiciones, contradicciones ni opiniones encontradas. El autor suelen mostrar "su realidad" como la verdadera realidad. Si no lo hicieran, nadie compraría sus libros, porque ¿cómo podría un lector confiar en alguien que no esta seguro de sus propias convicciones?
En cambio James Hunter ha encontrado una forma original de mostrar varias caras de una misma moneda. Simeón representa los pensamientos del autor: la enseñanza que él quiere dar. El sargento representa la oposición; John representa la duda; las mujeres son ejemplos de la sabiduría de la experiencia y de que también hay liderazgo en otras áreas de la vida, no sólo en las empresas; el pastor pone explícitamente la cuota de religión que Simeón expresa implícitamente, ya que éste último dice que hay que predicar el evangelio con hechos más que con palabras.
La crítica: Jesús como líder
El autor de La Paradoja imita a la iglesia en el sentido que busca como ‘modelo’ a un personaje que represente sus ideales. En el caso de este libro es Simeón, en el caso de la iglesia es Jesucristo. Y a su vez Simeón también utiliza Jesús para mostrar un modelo a seguir, porque lo considera el líder más grande. Lo utiliza como ejemplo, quiere repetir los mismos modelos de comportamiento que él utilizó.
Yo particularmente no concuerdo con la idea de que Jesús fue el más grande los líderes.
Si realmente existió, probablemente haya sido líder entre sus discípulos, pues ya la historia muestra que desarrollaba las habilidades propias de un líder descritas en esta obra. Pero no considero que se pueda decir que ha influido en millones de personas desde su existencia. Lo que influye en las personas que practican el cristianismo es el sentimiento de que hay un ser superior que puede ayudarlos, castigarlos, es decir, que hay una causa para todo lo que sucede. Es básicamente el pensamiento del ‘determinismo’ de Freud. Ese sentimiento está personificado para que sea un modelo a imitar. Y esa personificación perdura porque la gente la necesita. Todos necesitamos algo en qué creer: un Dios, el destino, la suerte, la ciencia, etc.
Si la paradoja es que para liderar hay que servir, tendríamos que comprobar que Jesucristo sirve a todos sus fieles, para poder decir que su liderazgo continúa. Podemos decir que les sirve de modelo, de esperanza… ¿son estas las necesidades legítimas que tiene que satisfacer? Es eso algo que sólo pueden decidir los fieles.
Lo cierto es que los cristianos creen en Jesucristo porque para ellos, es su Dios, el que estaban esperando, por lo cual, considero que la mayor influencia la ejerce por ser justamente un Dios. Entonces, mi percepción es que no puedo compararlo con los líderes humanos. No es líder, es Dios.
Pero como mi intención es sólo la crítica constructiva, y no busco herir ni cambiar la fe del lector, continuaré con otros temas de naturaleza más objetiva.
El monje Simeón
Simeón representa el ideal de líder. Es muy acertada la proposición del autor de ejemplificar al líder a través de un monje que da clases de liderazgo, pues una de las características que debe poseer el líder es la capacidad de enseñar y crear nuevos líderes. Jack Welch, de General Electric, dedica 30% de su tiempo al desarrollo del liderazgo. Noel Tichy, profesor en la escuela de Negocios de la Universidad de Michigan afirma: "Los grandes líderes tienen que ser grandes maestros".
Las empresas necesitan que todo el personal, de cualquier nivel jerárquico, esté comprometido e involucrado con la organización. Para lograrlo, los superiores deben aumentar la participación y el poder de decisión de los empleados, descentralizando la organización y acercándose a ellos, con una estructura piramidal más chata. Y la mejor forma de acercarlos a los superiores es darle herramientas, y transmitirles la misma cultura emprendedora que tiene el N°1.
Simeón no busca acaparar la atención de todo, y ser el único omnipotente que tiene algo para decir. No centraliza todo el cerebro del grupo en sí mismo. Sino todo lo contrario, desde el principio les anticipa a los alumnos que va a aprender mucho de ellos: "Quiero que sepáis que estoy impresionado por la sabiduría colectiva que hay reunida en esta habitación y que estoy ansioso por lo que puedo aprender de ella. […] Así pues vamos a aprender mucho unos de otros porque, de veras, para ser sincero, yo no tengo respuesta para todo".
El nombre
El nombre Simeón, según los sueños y premoniciones de John, alude a un personaje bíblico que aparece en el capítulo segundo del Evangelio de Lucas. Aquí transcribo los versículos en los que aparece:
Y he aquí había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él.
2:26 Y le había sido revelado por el Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor.
2:27 Y movido por el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al templo, para hacer por él conforme al rito de la ley,
2:28 él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo:
2:29 Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz,
Conforme a tu palabra;
2:30 Porque han visto mis ojos tu salvación,
2:31 La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;
2:32 Luz para revelación a los gentiles,
Y gloria de tu pueblo Israel.
2:33 Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él.
2:34 Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha.
Mi interpretación personal es que el autor elige a "Simeón" para transmitir las enseñanzas porque lo percibe como un visionario. Alguien que es capaz de ver lo que otros no ven, que confía en sus sentidos, y que hace sentir importante a la gente. Cuando dice "José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él" es porque su hijo es considerado como el Mesías, lo que los hace sentir muy importantes. Simeón y Ana, ‘reconocen’ a este niño de apenas un mes y diez días de nacido ‘como el Mesías y el autor de la Salvación’. Según el Nuevo Testamento, el Espíritu Santo estuvo sobre Simeón, y le había preparado para ver al Mesías y él fue guiado por el Espíritu Santo ese día mientras entró al Templo. La Escritura dice que Simeón creyó que no vería la muerte antes de ver al Mesías, por eso dice Simeón: "Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, conforme a tu palabra; porque han visto mis ojos tu salvación".
Simeón descubre la supuesta ‘grandeza’ de ese niño y es ese justamente uno de objetivos del líder. Obtener de la gente su mayor potencial, ver la grandeza de su interior y hacer que salga al exterior. Por eso es que se valoran las diferencias personales, porque todos son únicos, invaluables y tienen algo para ofrecer. Sólo que a veces es necesario que haya alguien que motive a las personas, para sacar lo mejor de cada una y que cree un entorno adecuado para el fomento de ese redescubrimiento.
En verdad el Cristianismo es la religión del gozo y del amor, y estos son los sentimientos que busca recuperar John al ir al monasterio.
También dicen los párrafos transcriptos que Simeón era "justo y piadoso", características que también encuadran en la personalidad del maestro Simeón del libro.